Según la especialista de la UCV, el panorama global para el cierre de 2023 e inicio de 2024 no es alentador.
El conflicto en el Medio Oriente entre Israel y Hamás (Palestina) ha planteado preocupaciones sobre su impacto en la economía peruana. Recordemos cómo la guerra en Ucrania y Rusia influyó en las importaciones de trigo y cómo estos eventos distantes pueden tener repercusiones significativas en todo el mundo.
A lo largo de la historia, la lucha por el dominio territorial ha sido fuente constante de conflicto. El enfrentamiento entre israelíes y palestinos no es una excepción, y data de principios del siglo XX. Sin embargo, si nos centramos en el impacto en la economía global, podemos identificar algunas consideraciones clave:
- Reducción de las exportaciones de petróleo a Europa Occidental por parte de los países árabes: Este movimiento podría influir en los precios internacionales del petróleo y, en consecuencia, en la economía global.
- Desempeño económico de Israel: La economía de Israel ha experimentado dificultades recientemente. La depreciación del shekel (la moneda israelí) en comparación con el dólar estadounidense, uno de los peores comportamientos entre las principales divisas analizadas por Bloomberg, es una señal preocupante.
- Inversión en tecnología en Israel: También se ha observado un marcado descenso en la inversión en tecnología en Israel.
- Impacto en los precios del petróleo: La semana pasada, se registró una disminución del precio del barril de petróleo de Texas de casi el 9 % debido a incertidumbres sobre la demanda, a pesar de la oferta global limitada.
Sectores afectados
La Dra. Julia Soto Deza, directora de la Escuela de Economía de la Universidad César Vallejo (UCV), señala que Perú podría sentir los efectos de este conflicto. «Uno de los sectores que podría verse afectado sería el de transporte, ya que, aunque estos países no son los principales productores de petróleo en el mundo, de alguna manera podría afectar a nuestra nación».
Además, indicó: «Lo mismo se aplica a los alimentos, no por escasez, sino por el encarecimiento del transporte, lo que impacta directamente en los precios de los productos. El precio internacional de los alimentos podría verse afectado», advierte la experta.
Crisis alimentaria
El panorama global para el cierre de 2023 y el inicio de 2024 no es alentador. Esta tragedia humana y su impacto a largo plazo podrían desencadenar una crisis alimentaria a nivel mundial.
Hasta el cierre de esta nota, el emir de Qatar ha amenazado con interrumpir el suministro de gas al mundo si no cesa este conflicto. La economía peruana y la comunidad internacional deben seguir de cerca esta situación en evolución.