El entrenador de Cusco FC, Miguel Rondelli, terminó disconforme por la actitud de la hinchada trujillana por la «fiesta» que se realizó de manera previa al encuentro con la Universidad César Vallejo, debido al debut de Paolo Guerrero en la primera división del fútbol peruano en Trujillo.
El ambiente en los alrededores y dentro del estadio Mansiche no pasó desapercibido para el estratega cusqueño, que catalogó de «invitación» la presencia su equipo en una noche donde el público esperó con entusiasmo ver a Guerrero estrenarse con camiseta poeta.
«Sí considero que nos trajeron como invitados a una fiesta para la presentación de Paolo y eso me parece una falta de respeto para el club que yo dirijo», sostuvo.
Un partido más
El cotejo que terminó igualado 2 a 2 y desarrollado el último dos de marzo, no se tomó como especial según el director técnico y que se enfocaron en el rival mas no en un solo jugador. Además, resaltó el nivel de la UCV de Trujillo y la de sus futbolistas.
«Es un partido más, con la seriedad que se le debe tomar. Me parece que estamos haciendo un circo muy grande. Se presentó un jugador más, que tiene una enorme trayectoria y un enorme prestigio, pero nosotros enfrentamos a la UCV no a Paolo Guerrero», enfatizó.
Por último, destacó la presencia a nivel internacional de la UCV y mencionó que dirigió a un integrante del cuadro poeta. «La UCV es un club con historia y se ha ganado un nombre porque los vi en Ecuador y Argentina, además dirigí a Jairo Vélez. Es una plantilla con buenos jugadores», finalizó Miguel Rondelli.