Se está gestando y pronto saldrán al mercado laboral una nueva generación de “Ingenieros”, quienes podrían ser un gran aporte y avance para la comunidad en Ciberseguridad, o simplemente generar todo continué igual o incluso empeore.
Ya es harto conocido y cuestionado el nivel educativo de ciertas universidades, las cuales están presurosas en lanzar con rimbombantes anuncios carreras profesionales de moda. Existiendo una fascinación incomprensible de colocar o nominar a todas las carreras relacionadas con el ámbito tecnológico; “ingeniería”, ingeniería informática, ingeniería de sistemas, ingeniería de redes, ingeniería de ciberseguridad, y así sucesivamente. En otras palabras, precede con la palabra ingeniería a cualquier profesión, y esto incrementará su atractivo y valor. Nada más alejado de la verdad.
Existe algo muy importante a recordar siempre, pues con la ingente y descomunal cantidad de información existente en Internet, una gran cantidad de personas adquieren elevados y estratosféricos conocimientos en diversos ámbitos de las tecnologías, comparables o definitivamente superando a los conocimientos proporcionados por una universidad. Estamos en una época donde existen una elevada democracia en lo referente al acceso de la información y educación. Donde un ciberdelincuente o grupos organizados de ciberdelincuentes pueden exitosamente hacer colapsar, interrumpir, afectar, menoscabar, y un largo etc. a empresas internacionales, organizaciones benéficas, instituciones de diversos países, profesionales en “ciberseguridad” y personas “normales”. Todos podemos y somos afectados diariamente consecuencia de nuestra dependencia tecnológica
En cierta malla curricular de un programa académico de ingeniería de ciberseguridad, de los aproximadamente 50 cursos correspondiente a 10 ciclos académicos, solo aproximadamente 10 están directamente relacionados con el tema, pareciendo los otros cursos mas un relleno a un verdadero beneficio para formar a un verdadero profesional en ciberseguridad. Si a esto le añadimos un cuestionamiento sobre quienes son los profesores, maestros, o educadores, y si estos en verdad tienen los conocimientos, habilidades y experiencia requerida para no solo transmitir conocimientos, sino la verdadera mentalidad del “Hacker” en temas como criptografía, seguridad perimetral, hacking ético, análisis forense y temas similares, entonces los problemas se agravan aún más.
Se supone esta nueva generación de “ingenieros en ciberseguridad” trabajarán en la mayoría de empresas o instituciones de nuestro querido Perú, serán los encargados de defendernos de los “chicos malos”. ¿Lo podrán lograr simplemente aprobando 10 ciclos académicos con únicamente 10 cursos de 50 en total directamente relacionados con el área?. Yo no lo creo por una simple razón. Quienes atacan, los ciberdelincuentes, cibercriminales, o como se quiera denominarlos, siempre tendrán la ventaja, consecuentemente quienes están en el otro lado, solo deben minimizar la probabilidad de un ataque exitoso, y cuando esto ocurra gestionar adecuadamente todas las consecuencias producto de los ataques. Siendo esta una historia cíclica la cual continúa siendo la misma desde hace décadas.
Si la ciberseguridad la comparamos con una selva, está repleta de “fieras” quienes destruyen reputaciones, aniquilan empresas, o atemorizan a poblaciones, y muchas otras inimaginables consecuencias El simple hecho de estar en esta selva ya es una desventaja. La ciberseguridad es una selva de cemento, esta pequeña diferencia no mejora el escenario, solo lo empeora, pues genera una falsa percepción de todo está bien.
Finalizo transmitiendo más de mi “optimismo” tecnológico… no…. esto no mejorará mientras la educación sea utilizada como una manera de generar riqueza en lugar de generar profesionales con integridad, y elevados conocimientos, quienes sean un verdadero aporte y beneficio para la comunidad.
Autor: Alonso Eduardo Caballero Quezada / ReYDeS
Instagram: https://www.instagram.com/alonso_reydes/
Sitio Web: https://www.reydes.com