La cantidad de homicidios contabilizados en la región superan los registrados en los últimos años. Los 71 crímenes perpetrados – extraoficialmente- en lo que va del 2022 evidencian cifras más altas que las registradas en este periodo (enero-marzo) durante 2014, año que fue uno de los más violentos de esta zona del país.
El apogeo del sicariato
El 2014 es recordado como uno de los años más sangrientos en La Libertad. En aquel entonces, Trujillo era la ciudad más convulsionada e insegura del país, acrecentándose su negativa fama por ser territorio de enfrentamiento entre bandas criminales, cuna del sicariato y “ciudad de la extorsión”. Aquel año se registraron 196 homicidios, lo que en su momento significó el mayor número de muertes registradas.
Periodo de calma
A partir del año siguiente el número de asesinatos descendió considerablemente por tres años. En 2015 se contabilizaron 169 homicidios, en 2016 la cifra disminuyó a 140, mientras que en 2017 se reportaron 105 homicidios en La Libertad, la cifra más baja presente en la estadística.
Cifras en ascenso
Sin embargo, el periodo de tregua de la criminalidad duró muy poco. El número de homicidios desde el año siguiente, 2018, hasta la fecha -excepto en 2020- muestra un crecimiento sostenido con niveles de criminalidad nunca vistos.
En 2018 se registraron 131 homicidios en la región, mientras que en 2019 el número aumentó a 167 crímenes. En 2020, dadas las estrictas medidas de aislamiento decretadas por el gobierno, el número de crímenes perpetrados disminuyó a 133. Sin embargo, en el 2021 la criminalidad regresó con más fuerza, consumándose 204 asesinatos en La Libertad, convirtiéndose así en el año más violento para esta zona del país, registrando incluso números mayores a los contabilizados en 2014.
¿Este año seguirá en ascenso?
El 2022 parece seguir esa tendencia. En enero se produjeron 30 muertes, mientras que en febrero se contabilizaron 21. Es decir, 51 asesinatos tan solo en los 2 primeros meses del 2022. Estos números superan ampliamente a los 39 homicidios registrados entre enero y febrero del 2020, la cifra más alta registrada en este periodo de tiempo en los últimos 6 años.
Vidas inocentes
Pese a que los homicidios generalmente se producen por enfrentamientos o “ajustes de cuentas” entre bandas criminales para obtener el control del tráfico de terrenos o el cobro de cupos, son cada vez más las personas inocentes que pierden la vida por resistirse a un robo o por estar medio de una balacera.
Tal fue el caso de una menor de 12 años, quien fue asesinada a balazos la noche del jueves en una pollería de Casagrande (Ascope), en lo que habría sido un ajuste de cuentas entre delincuentes del distrito.
Según testigos del crimen, dos individuos llegaron en un automóvil, del cual dispararon contra un grupo de personas que estaba fuera del local de venta de comida. Las balas alcanzaron a la menor, a su madre, de nombre Diana (33), un acompañante y Richard Jampier Carrera Haltibamba.
La pequeña fue llevada de emergencia al hospital de Casa Grande, donde el médico de turno solo confirmó que llegó sin signos vitales. En tanto, los dos adultos quedaron heridos.
Mucho por hacer
Sin duda la estadística demuestra que la criminalidad le viene ganando la batalla a las autoridades policiales. A inicios de año se propuso declarar en emergencia la seguridad ciudadana de la región, sin embargo, la propuesta -que fue tratada por las autoridades locales con el ministro del Interior Alfonso Chávarri- ni siquiera llegó al Consejo de ministros para su debate.
Esta situación se complica aún más con los constantes cambios de jefe policial en La Libertad. En lo que va del 2022 han ocurrido tantos cambios de mando como meses del año. Los generales PNP Ángel Toledo Palomino, Carlos Céspedes Muñoz y Max Esquivel García pasaron por la jefatura de la III Macro Región-Policial Norte entre enero y marzo de 2022. Actualmente, es el general Jorge Angulo Tejada quien, desde ayer, dirige la institución en esta parte del país.
De continuar con esta situación, cada vez será mayor la cantidad de vidas que se pierdan por el peligro que nuevamente azota a Trujillo y la región llegando así la violencia a niveles nunca antes vistos. Las estadísticas así lo confirman.
