El efectivo policial solo ha recibido calmantes, mientras sigue esperando por varias horas para encontrar cita para operación.
Un efectivo policial de la Unidad de Servicios Especiales (USE) de Trujillo se encuentra en una situación crítica luego de seguir esperado más de 24 horas para ser sometido a una operación de emergencia en el hospital Regional de Trujillo.
El agente, quien necesita una intervención quirúrgica urgente debido a una afección en la vesícula biliar, fue ingresado al hospital el lunes 14 de octubre, pero hasta el momento no ha recibido la atención médica requerida.
Solo calmantes y sin intervención quirúrgica
A pesar de la gravedad de su estado, el efectivo solo ha recibido calmantes para mitigar el dolor, sin que se haya programado su intervención quirúrgica.
Esta situación ha generado preocupación y malestar entre sus familiares, compañeros de trabajo y la comunidad en general, quienes ven con alarma el retraso en la atención médica en un caso que claramente requiere una acción inmediata.
¿Dónde está la atención?
El lunes, el gerente regional de Salud, Aníbal Murillo Arqueros, informó que se estaban realizando las gestiones necesarias para que el efectivo policial recibiera la atención urgente. Sin embargo, hasta hoy martes 15 de octubre, el agente sigue sin ser operado, a pesar de que ya han pasado más de 24 horas desde que fue ingresado al hospital con un cuadro agudo que pone en riesgo su salud.
Este caso pone nuevamente en evidencia las deficiencias en el sistema de salud de la región La Libertad, en particular en la atención de emergencias. Mientras el tiempo sigue corriendo, la situación del policía se agrava, dejando muchas preguntas sobre la capacidad del hospital Regional para responder de manera adecuada a casos críticos.
Un llamado a la acción
Las autoridades y la comunidad exigen que se priorice la atención de este caso, ya que un retraso mayor podría tener consecuencias irreversibles para la salud del efectivo policial. La falta de atención oportuna no solo afecta al paciente, sino que también refleja un problema estructural en el sistema de salud pública que requiere medidas urgentes para garantizar que situaciones como esta no se repitan.
Este caso, además, plantea la necesidad de una mayor coordinación entre las instituciones públicas para asegurar que los trabajadores que arriesgan su vida por la seguridad de la ciudadanía, como los policías, reciban la atención médica que merecen cuando más lo necesitan.