Joel Díaz, exgerente del SEGAT, argumenta que los animales podrían causar daños al Jardín Botánico. Además, señala que el espacio no está destinado a ser un zoológico.
En una controvertida decisión, el alcalde sentenciado Arturo Fernández Bazán, Municipalidad Provincial de Trujillo (MPT), ha optado por trasladar una variedad de animales, incluyendo un chivo, un burro y alpacas, al reconocido Jardín Botánico de la ciudad de Trujillo.
Esta medida ha generado un debate entre los ciudadanos, algunos de los cuales la ven con buenos ojos, mientras que otros expresan sus preocupaciones acerca del posible impacto negativo que estos animales podrían tener en el espacio.
Chivo
Uno de los primeros animales en ser trasladados al Jardín Botánico fue un chivo, proveniente de las inmediaciones del exmercado Mayorista. El alcalde Fernández Bazán hizo un llamado a la población para que siga su ejemplo y lleve sus mascotas al lugar.
Él expresó: «Lo hemos traído desde el Mayorista. Aquí tendrán una vida libre. A todas las personas que quieran dejar a sus mascotas aquí, ya sea un conejo, un cuy, entre otros, les informamos que estarán en un entorno adecuado y disfrutarán de libertad».
Burro y Alpacas
El burro, apodado «Ivan», también fue trasladado al Jardín Botánico. La gerente del Servicio de Gestión Ambiental (SEGAT), Gisella León Algarate, aseguró que se preparará un espacio especial para él y otros animales. Además, se contratarán veterinarios para garantizar la salud y el bienestar de todas las especies que se encuentren en el lugar.
Ella afirmó: «El burrito estará bien cuidado aquí. Estamos trabajando en proporcionar un espacio adecuado y estamos en busca de veterinarios para brindar atención a todos los animales».
Las alpacas también forman parte de esta peculiar comunidad animal que ha encontrado refugio en el Jardín Botánico, donde se espera que puedan prosperar.
Polémica
La decisión de trasladar estos animales ha generado opiniones divididas en la comunidad. Mientras algunos aplauden la iniciativa de proporcionar un hogar más adecuado para estas mascotas, otros expresan preocupación.
Joel Díaz, exgerente del SEGAT, argumenta que los animales podrían causar daños al espacio, ya que son de gran tamaño y tienden a consumir vegetación a su paso. Además, señala que el Jardín Botánico no está diseñado como un zoológico y no debería utilizarse para albergar animales de esta manera.
La controversia en torno a esta medida de Arturo Fernández sigue siendo un tema de debate en Trujillo, y la evolución de la situación en el Jardín Botánico seguirá siendo observada de cerca por la comunidad y las autoridades locales.