Los habitantes en este sector de Trujillo padecen este suceso hace más de diez años y afirman que ninguna autoridad municipal tomó el caso a pesar de sus denuncias.
Las pistas, veredas y postes del pasaje Pinillos, ubicado entre las avenidas Ejército y Santa, en la urbanización El Molino de Trujillo son punto de urinario público por malos conductores, en especial de taxistas, quienes estacionan sus vehículos para bajar y miccionar a cualquier hora del día.
Los vecinos reportaron el problema se arrastra desde años atrás y que fue informado a las autoridades municipales, en gestiones anteriores, pero les hicieron caso omiso a sus solicitudes y la contaminación continúa ante la incomodidad e indignación de los habitantes.


Así también, los propietarios de la iglesia evangélica y la cevichería que quedan en dicho sector son los más afectadores por los fétidos olores que se percibe al pasar, las manchas en las vías y, sobre todo, la exposición de estos ciudadanos que orinan al aire libre en presencia de menores de edad y mujeres que transitan en esa cuadra.

Petición de los vecinos
«En las noches tenemos que soportar el mal ambiente, el olor es horrible. Pedimos a las autoridades que vengan a erradicar este calle que lo han convertido en un baño público», sostuvo un morador.
Del mismo modo, en el lado opuesto del reciento religioso funcionaba la fábrica de cerveza, el cual cerró hace 15 años aproximadamente y se trasladó a Chiclayo. Desde ese tiempo ya no hubo resguardo que evite esta mal hábito.
Extranjeros invaden propiedades
Por otro lado, en la esquina del pasaje Pinillos existe una casa en litigio, donde personas extranjeras trepan para consumir sustancias ilícitas y posteriormente delinquir en la ciudad.
«Los extranjeros se suben, se drogan y han robado las cosas que estaban dentro para llevarlas a vender», mencionó.

Finalmente, se supo que también sufrieron intentos de robos y que Seguridad Ciudadana llegó una vez, luego no se realizó otro tipo de intervención hasta la fecha.