También participaron de talleres vivenciales de dibujo, pintura y modelado de arcilla. Su tour denominado Sin Limites incluyó Trujillo y Huanchaco
En el marco del Día Mundial del Síndrome de Down, el Domingo de Pascua de Resurrección, más de 70 niños y adolescentes con habilidades especiales, acompañados de sus padres, visitaron el Museo de sitio de Chan Chan en Trujillo y disfrutaron de una mañana excepcional. También participaron de talleres vivenciales de dibujo, pintura y modelado de arcilla.
En esta ocasión, la visita fue atendida por personal de la Unidad del Centro Panamericano, unidad que se encarga de investigar para conservar el sitio arqueológico incluido en la Lista de Patrimonio Mundial de la Unesco, pero que por su sensibilidad asume la acción transversal de conjugar el verbo: sensibilizar, destacó David Calderón De Los Ríos, director de la Dirección Desconcentrada de Cultura de La Libertad.
La visita se inició en el museo. Los guías explicaron a detalle cada uno de los ambientes que conforman este espacio que guarda la memoria de la cultura Chimú. Los niños, adolescentes y sus padres, quienes integran de la asociación Amor Sin Límites, aprovecharon algunos instantes para eternizar el momento en fotografías.
Recorrido
En el museo, conocieron la sala de maqueta, un espacio que permite valorar la grandeza de Chan Chan, también apreciaron cerámicas, textiles y esculturas de madera. El recorrido los condujo hasta los ambientes contiguos al museo, donde se desarrollaron los talleres vivenciales.
Allí, durante casi una hora, dibujaron y pintaron elementos asociados a la cultura chimú como relieves de peces, aves, ardillas, entre otros. En paralelo, otro grupo avanzaba con modelar en arcilla imágenes de Chan Chan.
Esta visita formó parte del tour denominado “Sin Límites”, organizado por la organización Huachaque Chimora que promueve la salvaguarda y difusión de nuestro patrimonio cultural, el turismo ecológico, vivencial y accesible.
La Policía de Turismo también se sumó a esta noble iniciativa facilitando un bus para trasladarlos.
La inolvidable experiencia, para tan nobles y tiernos visitantes, incluyó un recorrido por la Plaza Mayor de Trujillo, Huanchaco y la Sala Expositiva de Imarte. Al final de su travesía cabalgaron sobre el mar, nada más y nada menos que en caballitos de totora. Tal cual lo hicieron nuestros ancestros los chimúes. ¡Que se repita la experiencia!