Escrito por: Freddy Benites
@vozfredpro / @ialdea.pe
Mientras el país se prepara para la transformación económica y digital del mañana, la pregunta no está en si habrá empleo, sino en si estamos preparados para ocupar un puesto de trabajo. Inversiones claves como el Puerto de Chancay y el boom tecnológico están configurando oportunidades únicas, pero ¿podrá la educación del país adaptarse a este nuevo panorama?
El Puerto de Chancay, que fue inaugurado en noviembre de 2024, es un ejemplo claro de esta transición. Con más de 9,000 empleos directos e indirectos generados, se convertirá en un hub estratégico regional clave para conectar América Latina con Asia. Sin embargo, hasta el 74% de la fuerza laboral en regiones como La Libertad aún opera bajo la informalidad, lo que refleja un desapego impactante entre las demandas del mercado y la preparación de los trabajadores.
Impacto de los empleos del futuro
El mercado laboral peruano vive un cambio profundo. De acuerdo con un informe de La República, profesiones como las carreras relacionadas con tecnología, marketing digital, programación, ciberseguridad y el análisis de datos, liderarán la demanda hacia el 2025. Estas carreras, ligadas al avance tecnológico, requieren habilidades específicas que la mayoría de los trabajadores peruanos no poseen.
“Los empleos del futuro están aquí, y la educación debe avanzar al mismo ritmo que las tecnologías emergentes,» afirmó Gonzalo Galdos, presidente de IPAE Acción Empresarial, expresó durante el CADE Ejecutivos 2024.
Esta observación refuerza la necesidad de políticas públicas y programas educativos que preparen a los jóvenes para estas oportunidades.
Puerto de Chancay: Un puente hacia la modernidad
El megaproyecto del Puerto de Chancay es un símbolo no solo del progreso económico del Perú, sino también de sus desafíos. Las empresas vinculadas a la logística y el transporte ya han extendido sus necesidades en la falta de técnicos capacitados para operar y mantener sistemas avanzados. Esto hace que la infraestructura, que de otro modo podría ser un eje estratégico para toda la región, no alcance plenamente su potencial.
Estas inversiones podrían ser de gran ayuda en regiones como La Libertad. Según la Cámara de Comercio de La Libertad, el puerto presenta una oportunidad para los exportadores locales, especialmente en sectores vinculados a la agroindustria, aunque mucho depende de una sólida formación técnica.
La educación desconectada: un reto urgente
El sistema educativo peruano enfrenta importantes desafíos para cerrar la brecha entre las necesidades del mercado y las competencias de los egresados. Según el Ministerio de Educación, solo el 35% de las instituciones de las zonas rurales tienen un acceso adecuado a las tecnologías, lo que hace que sus estudiantes sean menos competitivos.
Invertir en educación técnica y tecnológica es la clave para reducir la informalidad y garantizar la equidad en el acceso a empleo de calidad», Fernando Barrios, presidente de CADE 2024.
Este llamado a la acción subraya la importancia de las alianzas entre los sectores público y privado en la construcción de una educación alineada con el futuro.
Preparándose para liderar el futuro
El camino hacia el 2025 es un desafío colectivo: asegurarse de que el Perú esté listo para aprovechar las oportunidades que presenta la transformación económica. Esto requerirá no solo inversiones en infraestructura, sino también en educación, capacitación y políticas públicas que promuevan la equidad y la inclusión en el mercado laboral.
La pregunta ya no es si los empleos del futuro llegarán, sino si estaremos preparados para ellos. Como sociedad, el Perú tiene la responsabilidad de construir un puente entre el presente y el futuro, asegurando que todos puedan cruzarlo con éxito