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viernes, marzo 29, 2024

Minsa: Niños con espectro autista requieren de mayor soporte familiar para afrontar la pandemia por la COVID-19

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Actividades variadas en casa y paseo asistido para liberar la ansiedad son importantes.

Los niños con Trastorno del Espectro Autista (TEA) son también un grupo vulnerable frente a la pandemia por la COVID-19 porque pueden presentar dificultades para adaptarse a los cambios de rutina y del entorno.

Por esta razón, la familia es el mayor soporte para su desarrollo durante el confinamiento, que los perturba alterando sus emociones, pudiendo llegar en casos extremos a un comportamiento autolesivo.

Así lo señaló Horacio Vargas Murga, médico psiquiatra del Instituto Nacional de Salud Mental del Ministerio de Salud (Minsa), al explicar que esta nueva forma de vivir en tiempos de pandemia, implica cambios de varias actividades presenciales por virtuales (actividades académicas del colegio, asistencia a terapias y actividades de socialización), lo cual resulta complicado y no comprendido por los niños con TEA, generándoles malestar y sufrimiento.

“Cuando pasan todo el día haciendo las mismas actividades pueden entrar en aburrimiento, frustración, ansiedad y presentar alteraciones de conducta. El rol de la familia, especialmente de los padres, es fundamental para dar soporte en cada etapa de crecimiento del niño con trastorno del espectro autista”, acotó.

Recomendó organizar actividades variadas en la casa, tanto de aprendizaje como de juego o descanso; programando un horario. También realizar el paseo asistido para liberar la ansiedad que genera el confinamiento en los niños, cumpliendo todos los protocolos establecidos; además de continuar con su terapia de forma virtual.

DIAGNÓSTICO TEMPRANO Y TRATAMIENTO OPORTUNO

El doctor Vargas explicó que el TEA es una afección que compromete el desarrollo del niño, generando dificultades en la interacción social y la comunicación. “Usualmente se presenta en los tres primeros años de la vida, los factores genéticos y ambientales están relacionados con su aparición”, dijo.

Generalmente, los síntomas se observan entre el año y medio a 2 años de edad, aunque también pueden presentarse en los primeros meses de vida. El infante hace un pobre contacto visual con la madre o las personas, no responden al llamado; y conforme van creciendo presentan problemas para comunicarse, o se muestran hiperactivos, ansiosos o irritables.

Manifestó que un diagnóstico temprano y un tratamiento oportuno pueden mejorar el pronóstico. En tal sentido, recomendó acudir a los Centros de Salud Mental Comunitario más cercano a su casa, y si el paciente está en estado de crisis acudir por emergencia a cualquiera de las instituciones de salud mental o llamar a la línea 113 opción 5 del Minsa.

En el marco del Día Mundial de Concienciación sobre el Autismo, que se conmemora el 2 de abril, se exhorta a la población a mostrar gestos de empatía y comprensión evitando el estigma y la discriminación con las personas que padecen este trastorno.

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