Este sábado 6 de agosto se conmemora la batalla de Junín, que fue uno de los últimos enfrentamientos que sostuvieron los ejércitos realistas y patriotas en el proceso de la independencia del Perú, el 6 de agosto de 1824
Esta lucha intensa de 45 minutos que se peleó con armas blancas, tres años después de que el general don José de San Martín proclamara que el Perú era un país libre e independiente, se tuvo que librar la penúltima batalla para liberarnos completamente del yugo español.
La batalla se desarrolló en la pampa de Junín o también llamada la Meseta de Bombón, situada en el centro del Perú en el actual departamento de Junín a orillas del lago llamado Junín o Chinchaycocha que está situado a 4000 msnm. La planicie está ubicada en la región natural de la puna o altoandina, entre los distritos de Junín, Ondores y Carhuamayo de la región Junín y el distrito de Ninacaca de la región Pasco.
Los ejércitos patriota y español, liderados por Simón Bolívar y por José Canterac, respectivamente, se enfrentaron en el lago de Junín (batalla de Junín), combate que ganó la tropa peruana y que fue un aliciente para dar el último golpe en Ayacucho y decretar nuestra emancipación.
“Soldados, vais a completar la obra más grande que el cielo ha podido encargar a los hombres… El Perú y la América entera aguardan de vosotros la paz, hija de la victoria. ¡Vosotros sois invencibles!”, así arengó Bolívar, a su batallón para la lucha.
En el lago de Junín, en el momento que ya parecía una segunda derrota Patriota, se hicieron presentes en el campo de batalla -al mando de Isidoro Suárez y Andrés Rázuri- los “Húsares del Perú”, que se unieron y fortalecieron a los hombres de Bolívar, lográndose con ello la victoria.