- Hampón que recién abandonó el penal El Milagro intentó llevarse más de 17 mil soles del establecimiento de salud.
El asalto perpetrado al Centro de Salud Ocupacional Cristo Redentor, ubicado en la urbanización La Noria, a escasas dos cuadras de la comisaría; evidencia el galopante recrudecimiento de la delincuencia en esta ciudad.
Por la modalidad que emplearon y la ferocidad con que actúan, los dueños del negocio demandaron una exhaustiva investigación de los hechos al fiscal provincial Miriam Cubas Díaz.
Las primeras indagaciones dan cuenta que el presunto delincuente identificado como Edwin Yonathan Sagastegui Aponte (23), quien recién abandonó el penal El Milagro de Trujillo; sustrajo aproximadamente 17 mil soles de la caja, donde guardan el dinero de un agente BCP y de las ventas de la farmacia del establecimiento de salud.
Hasta el lugar llegó a bordo de una motocicleta color amarillo acompañado de otro delincuente.
SIMULÓ SER TRABAJADOR DE NAGASCO
Un médico del centro de salud reveló que ayer, por la mañana, el hampón acudió al centro de salud para someterse a un examen médico ocupacional. Se identificó como trabajador de la empresa Nagasco (Natural Gas Company).
Al respecto, representantes de la empresa antes mencionada respondieron que el sujeto habría presentado documentos falsos.
Se cree que el delincuente aprovechó su estadía en el establecimiento – durante la mañana – para conocer los movimientos del personal y luego planificar el asalto. Una vez obtuvo la información requerida abandonó el centro de salud; retornó a la 1:30 de la tarde, calculando la hora de almuerzo del personal.
Se presentó y solicitó ingresar aduciendo que tenía pendiente una cita para examen médico, tan luego cruzó la puerta de ingreso sacó su arma y apuntó a la trabajadora que lo atendió. Enseguida la golpeó e ingresó violentamente a la farmacia, donde funciona la caja del agente BCP y los ingresos que genera el negocio de medicina.
SE QUEDÓ ENCERRADO
Una vez que Sagástegui Aponte sustrajo el dinero de la caja intentó salir y encontró que la puerta estaba cerrada. Se desesperó. Sacó su arma y disparó a la chapa, pero no logró abrirla. Como loco buscó las llaves hasta que las encontró, probó varias de ellas hasta que halló la correcta y logró escapar.
Como los agentes demoraron en llegar, el escurridizo delincuente escapó por un pasaje haciendo disparos al aire, pero no contaba con que un vecino le seguía los pasos de cerca en una motocicleta.
El vecino perseguía de cerca al vehículo de servicio público donde iba el delincuente; y tan luego encontró un policía le pidió ayuda para detenerlo. El agente accedió al requerimiento y con la motocicleta le cerraron el paso al microbús, el policía subió al vehículo y atrapó al hampón.
Una vez detenido fue trasladado al lugar de los hechos, a donde llegó un enorme contingente de policías al mando del Jefe de la Región Policial, coronel PNP. Edwin Dávila, para iniciar las investigaciones.
Enseguida el delincuente fue trasladado al Complejo Policial San Andrés.
